(clic para ampliar y leer como corresponde)¡Qué puesía!, ¡qué romanticismo!, ¡qué empacho de feronomas, pordió'!
"En el jardín de mi vida, la mejor flor es Florencia"
Todo un despliegue de creatividad y agudo ingenio, ¿no?
Al igual que salieron las tazas y los llaveros con nombre, necesito que un empresario con dos dedos de frente apoye la siguiente iniciativa: las calcomanías con nombre.
Ya tengo toda una colección de frases que este autito cursilero me dictó en un semáforo:
"En el recuerdo de mis mujeres, la más grasa es Graciela"
"Entre los travestis de mis pasiones, el mejor Jorge es Jorgelina"
"En la panadería de mis amores, el mejor pan es Pancracia"
"En el inodoro de mis recuerdos, el mejor tereso es Teresa"
"En el living comedor de mis amantes, la más... este... la más... bueno... má'si: Penélope"
Este simpático cartel está colgado en un portón de una casa con rejas altas, alambres de púas sobre las mismas y ventanas con vidrios oscuros.
(clic para ampliar y leer como corresponde)
Ácida, ingeniosa, hiriente y aguda -si no me pareciera que puede malinterpretarse agregaría también insípida, inodora e incolora- la señorita Fla-q nos manda una foto que por su simbología es como para pasarla por el Photoshop, ponerle efecto de acuarela y mandarla derechito al Louvre.
Un fotógrafo de a de veras, el señor Julio Fuks, nos muestra en esta oportunidad que todo es reciclable, hasta la Pelopincho cuando se pincha.
Con el sigilo que lo caracteriza, Pablo Tossi logró la foto de este especimen de la jungla de cemento, gateando por el pavimento cual fotógrafo de la National Geographic urbano.
