Mucho más lentamente que lo que pronosticaba la ciencia ficción de los años cincuenta -pero sin embargo a paso firme- cada día que pasa nos rodeamos en nuestros hogares de más y más elementos que le otorgan inteligencia a nuestros ambientes.
Lo que poco sospechaban entonces es que en un futuro inmediato ibamos a acceder a casas que fueran no sólo intelectualmente inteligentes, sino emocionalmente inteligentes.
11 comentarios:
Que feliz debe estar el dueño!!!!!!! Un hallazgo.
La verdad que a mi me parece que tiene cara de pelotuda, la casa esa.
Excepcional hallazgo, por cierto!
Jajaja excelente! no hay nada como una casa feliz. Decí que tiene un aire... no sé, esas "cejas" medio mefistofélicas, como diciéndote "mirá que soy un poco traviesa", que si no, me le mudo ya.
Pero si es la Casita Feliz de Ronald Mc Donald!
Tiene el pelo como Calculín.
Viendo sus pobladas patillas (por cierto, desparejas) es obvio que para alcanzar esa felicidad primero debió soportar que le saquen canas verdes.
Dicen que el dueño salta en una pata, Gaucho.
Viejex, tenga cuidado con ofender a la casa. Parece que es floja de cornisas y muy rencorosa.
"Cejas mefiatofélicas", MaríaCe, jajajaja.
Reitero mis jajajaj para usted, Monita.
Ajenjo, ya le veía yo un parecido y no sacaba quien a quien era...
unServidor, como siempre, la ecología le brota por los poros.
increíble
por lo menos no tiene ese aire horroroso de la casa de AmityVille. En esta te matan con ataques de dulzura!
No se como es la casa de Amity Ville.
Pero una vez vi una en Bell Ville que era horrible, Blue Fairy.
me cagué de risa con tu blog! muy copado
igual... pobre el dueño de esa casa, queeee garrón!!!
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