¡¡¡Brrrrrrr!!!Este tren da miedo.
Cuando lo ví, durante mis vacaciones, noté que los niños lloraban a su paso.Pensé en principio que los que asustaban eran los cabezones que lo acompañaban, caracterizados como Barts Simpons, Barneys y Shreks del subdesarrollo.
Pero no, una mirada a los dientes del trencito me bastó para comprender el motivo de los sustos. ¿Qué clase de padres llevaría a sus hijos a pasear en un tren vampiriforme?
3 comentarios:
Recuerdo una película vieja basada en un libro de Stephen King, en el cual los camiones de un pueblo eran poseídos por el demonio y cobraban vida.
Una remake con estos vehículos balnearios podría ser espeluznante!
Y miles de niños sucumbiendo ante la sed de sangre del trencito joputa.
Me encantó.
Y los buniecos cabezudos gritando y sacudiéndose histéricamente al ritmo de la música distorsionada con mensajes diabólicos que sale de los parlantes desconados. Brrr...
Publicar un comentario