jueves, 5 de abril de 2007

La vida de los autos VIII: el joven rebelde

( gracias Pablo Tossi)
Así son los jóvenes.
Se llenan de piercings y tatuajes, después se emborrachan o algo peor y quedan destruidos.
Total, después van los padres, los cargan en sus doloridas espaldas después de todo el día de deslomarse en el trabajo mientras el atorrante este sale a reventarse por ahí, y los llevan de nuevo a casa.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

...o algo peor...

gen71 dijo...

Creo que el problema aquí son las malas compañías. Yo a este jovencito lo vi una noche por Villa Bosch atrás de la locomotora vampiro de dos posts mas abajo...

Paula dijo...

Es el primito del vagón ese del subte, un descontrolado absoluto.
Dicen que de noche le suena la bocina sola en los depósitos de la línea C.

webmaster tmarin dijo...

...anda que yo lo iba a cargar sobre mis doloridas espaldas....que espabile de una vez ,coño......
novoyatirarlatoalla.blogdiario.com

tan versátil como acústica dijo...

y nunca se llevan pulóver por si refresca.

The Bug dijo...

Por lo visto conocen bien a este desalmado.
Lo que no me gusta es que resulta que todos estaban al tanto pero yo me vengoa enterar por terceros.