Coblan Cofres

Tío no te calentés, tomate un Coblan Cofres.

Me apena reconocerlo, pero estuve como dos horas para tratar de recordar qué bebida se llamaba Coblan Cofres y en qué año habrá sido popular. ¡Qué dobolu!

¡Señores frentistas, llegó el legítimo mural antidisturbios!

¿Cansado de que decenas de purretes corran detrás de una pelota por su vereda?
¿Molesto porque al traspasar el umbral de tu casa lo atropellen púberes en bicicleta?
¡No se fastidie más!
Instale frente a su casa uno de nuestros aterradores murales antidisturbios y duerma la siesta como un angelito.
Basta de dibujos de caperucitas rojas, florcitas y pajaritos.
Llene su cuadra de monstruos, sangre, vísceras putrefactas y diccionarios enciclopédicos y disfrute de una paz libre de niños como siempre la ha soñado.

Es un ave... es un avión... ¡no, no! es... es...

¡Superárbol!

Rumbo a Beijing: carrera con obstáculos

¡Pues que no te recomiendo este deporte, chaval!
Parece fácil, pero tío, teneis que ver lo complicao que se pone cuando lo haces contra reloj.
Por suerte mi auspiciante me ha conseguío unas vallas de puta madre. Hombre, si las vieras tan brillantes y chulas, mucho mejor que esos aros olímpicos.
Así que las monto en el garaje de mi curro y me pongo dale que dale, mete que mete, a entrenarme como Dios manda para Beijing.
¡No, qué va! Lo complicao no son los saltos, sino las caidas cuando calculas mal las vallas.
¡Si me he pegao unos cojonazos contra los hierros que da gusto de ver como me saltan las lágrimas!

No sea nabo, siga la flecha

Plaza San Martín, frente a la Sede de la Gobernación, Rosario.
Lugar de innumerables marchas de reclamo, de centenares de manifestaciones, testigo involuntario de piquetes, cortes y acampadas de protesta.
La lucha popular está organizada.
No son manifestaciones espontáneas, sino que se ve la mano de una planificación minuciosa.
Incluso para avisarte mediante carteles que no seas gil, que te espabiles un poco, que la lucha no está en esta punta de la plaza, sino en la otra.